martes, 23 de octubre de 2007

-Leonardo da Vinci.

Leonardo da Vinci es claramente una de las figuras más fascinantes del renacimiento. Está considerado el prototipo o paradigma del homo universales renacentista, pues se adentró en prácticamente todos los campos de la ciencia.

1-Pintura y ciencia

Los rasgos que definen a Leonardo cuando hablamos de sus actividades artísticas y científicas son el rechazo al principio de autoridad y la afirmación de la experiencia como valor exclusivo.Aprendidos los don principios básicos de la pintura florentina del Quattrocento, representación tridimensinal y valoración de antigüedad clásica, se opondrá a ellos superándolos y proponiendo un nuevo sistema de representación; frente a la construcción geométrica del espacio de los quattrocentistas presenta la perspectiva aérea y ante la lección de la antigüedad clásica reacciona mediante un conocimiento de los fenómenos de la naturaleza. En Leonardo se funden mejor que en ninguna otra persona, la actividad artística y la científica, a pesar de que ambas actividades eran una contradicción, pero para Leonardo ambas están muy unidas.

El sfumato es un recurso técnico inventado por él que consiste en la difuminación de los contornos, basándolo en su teoría científica sobre la transparencia del aire, pues Leonardo intuye que el aire no es transparente, sino que tiene color y densidad cambiando los efectos de la luz.

La Gioconda

Se puede decir que en todo el arte occidental no hay ninguna pintura más fomosa que el retrato de isa Gherardini, llamado Mona Lisa (Mona es una abreviatura del italiano Madonna, señora), hija de un fabricante de lanas florentino llamado Antonio Gherardini. A su muerte, la muchacha habría sido prometida al hijo menor de Lorenzo el Magnífico, pero al huir el clan de los Médicis ante la invasión francesa, la joven se habría quedado sola y embarazada. En tan adversas condiciones, Lisa Gherardini habría aceptado desposarse con Francisco Giocondo, un hombre de mucha más edad que ella a quien debería el sobrenombre de la Gioconda. Sin embargo, son innumerables las teorías a este respecto; muchos creen que el retrato no se basa en un único modelo, sino en la suma de varios. Se sabe que Leonardo trabajó en el retrato de la Gioconda durante cuatro años, probablemente desde 1503, pero él nunca lo consideró terminado y se negaba a entregarlo al cliente. El propio pintor manifestó en su época una gran predilección por el retrato de la Gioconda. Se sabe que llevaba consigo este cuadro en sus viajes, y que a menudo pasaba largas horas observándolo en busca de inspiración. No se conserva ningún boceto previo del retrato de la Gioconda, hecho ciertamente insólito si se tiene en cuenta que Leonardo, como muchos otros pintores, solía realizar exhaustivos estudios previos a sus diferentes obras.

Leonardo se lo llevó a Francia cuando en 1516 fue llamado por Francisco I y, a través de la familia real francesa, el cuadro llego con el tiempo al Louvre de París. Sin embargo, la pintura ha sido probablemente cortada en todos sus lados y, ante todo, el color ha sufrido transformaciones con el transcurso del tiempo: los tonos rojos han desaparecido casi totalmente y toda la pintura ha adquirido un tono verdoso.

Aun así, la obra conserva todavía una belleza peculiar. Muchos intentos se han hecho para explicar el vivo efecto que produce en el espectador. Leonardo utilizó un típico sfumato: los suaves colores y los contornos se funden en una sombra indecisa. De la misma manera, la expresión del rostro es equívoca: una sonrisa juega alrededor de la boca y los ojos, pero ¿es burlona o melancólica? La joven parece mirar al espectador pero también al mismo tiempo mira a lo lejos, o hacia su interior. El peculiar efecto queda acentuado por el paisaje onírico del fondo, donde además el artista ha dejado mucho más bajo el horizonte de la izquierda que el de la derecha. Tampoco las dos mitades de la cara son del todo iguales. Lo turbador de estos aspectos se contrapone con la tranquila armonía de las manos maravillosamente modeladas.

La grandeza y la serenidad que la obra trasmite parece proceder de su profundidad anímica, de su propia intimidad psicológica que parece modelar su presencia física de la dama que, al mismo tiempo, se desintegra en la naturaleza envolvente, sin que por ello pierda su propia identidad. Leonardo consigue que lo universal y lo particular se conjuguen en una simbiosis perfecta. El paisaje, en continuo movimiento, símbolo del ser de la naturaleza, se conforma mediante ríos que fluyen, brumas, vapores, rocas deshilachadas, juegos de luces y vibraciones de colores. Nada hay permanente, todo se trasmuta y se funde, en una visión de paisaje irreal, esencia de la naturaleza. La belleza estriba en ese continuo ser y no ser, hacerse y deshacerse; la mujer en comunión con la naturaleza se integra y forma parte de ella, convirtiéndose igualmente en fondo.

Muy pronto empezaron las cábalas y especulaciones acerca de la modelo del cuadro y su enigmática sonrisa. El artista del siglo XVI Vasari relata que Leonardo hacía tocar música durante las sesiones para que la modelo conservara "esta sonrisa extasiada que, al verla, hace pensar en una alegría más celestial que terrena". Freud realizó una interpretación psicoanalítica. Su sonrisa se ha comparado a la expresión de arcaicas estatuas griegas o esculturas angelicales góticas. Pero también ha sido sometida a una cruel caricaturización por parte de muchos artistas. En 1911 el cuadro fue robado por un aprendiz de pintura italiano que lo llevó a Florencia con la intención de vendérselo al estado italiano, pero fue localizado al cabo de dos años y el cuadro fue devuelto.


Aquí teneis dos videos en los cuales aparecen imagenes e inventos de leonardo:


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