martes, 26 de febrero de 2008

El Rincón de Jose Ignacio

James Watt

Hola amigos y amigas, de nuevo con vosotros. Os prometí hablar sobre un papa pero primero es Dios que los santos, así que voy a resumir lo acaecido en la clase del presente día, 26 de febrero de 2008, día de San Alejandro.

Hoy al igual que ayer, mis compañeros han expuesto cada cual su tema para su posterior estudio. En primer lugar a expuesto Daniel Danés, que no ha hablado sobre la Revolución Industrial en Estados Unidos, que vino marcada por los avances fluviales y ferroviarios.

En segundo lugar nos a contado como fue la Revolución Industrial en Japón, Jaime de la Peña, a quien hemos visto muy interesado en el tema que nos narraba.

Abriendo un nuevo punto del libro, julián Renilla nos ha explicado las características de la máquina de vapor, inventada por James Watt, de quien hablaré más adelante en mi Rincón.

Para terminar esta jornada de historia, Álvaro Rodríguez ha hecho que nos interesemos más aún por el ferrocarril y las consecuencias que este conllevó para los habitantes de toda Europa.

El personaje que hoy nos ocupa es James Watt. James Watt nació el 19 de enero de 1736, en Greenock, Escocia. De niño trabajó en el taller de construcción de su padre. Desde los 19 años trabajó como constructor de instrumentos matemáticos.

Muy interesado en las máquinas de vapor, inventadas por Thomas Savery y Thomas Newcomen, determinó las propiedades del vapor, en especial la relación de su densidad con la temperatura y la presión. Diseñó una cámara de condensación independiente para la máquina de vapor que evitaba las enormes pérdidas de vapor en el cilindro e intensificaba las condiciones de vacío. Su primera patente en 1769, cubría este dispositivo y otras mejoras de la máquina de Newcomen, como la camisa de vapor, el engrase de aceite y el aislamiento del cilindro con el fin de mantener las altas temperaturas necesarias para una máxima eficacia. Fue socio del inventor británico John Roebuck, que financió sus investigaciones.

En 1775 comenzaron a fabricar máquinas de vapor y continuó con las investigaciones que le permitieron patentar otros importantes inventos, como el motor rotativo para impulsar varios tipos de maquinaria; el motor de doble efecto, en el que el vapor puede distribuirse a uno y otro lado del cilindro, y el indicador de vapor que registra la presión de vapor del motor. Se retiró de la empresa en 1800 para dedicarse por completo al trabajo de investigación.
La falsa idea de considerar a Watt como el verdadero inventor de la máquina de vapor se debe al gran número de aportaciones que hizo para su desarrollo. El regulador centrífugo o de bolas que inventó en 1788, La unidad eléctrica vatio (watt) recibió el nombre en su honor.

En 1767 inventó un accesorio para adaptarlo a los telescopios que se utilizaba en la medición de distancias. En 1785, Watt fue nombrado miembro de la Royal Society de Londres, y en 1814 de la Academia francesa de Ciencias. En 1806, la Universidad de Glasgow le nombró doctor honoris causa. Falleció el 19 de agosto de 1819 en Heathfield, Inglaterra.

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